lunes, 22 de abril de 2013

Kidzania, lavando el cerebro desde niños?

Estimados, este es un muy interesante reportaje sobre Kidzania (un supuesto parque infantil que se instalo en el subsuelo del Parque Araucano).


La única forma de entrar a Kidzania, si se es adulto, es acompañando a un niño. Comienzo diciendo esto para dejar en claro que, por supuesto, yo nunca llevaría a un niño a Kidzania y que, por tanto, nunca he entrado. Así que escribo esto informado por la página web y por los relatos de mi sobrino político. Este pequeño niño de cinco años sí fue a Kidzania, y lo pasó maravillosamente bien. De sus entusiasmadas crónicas hago el presente resumen, aunque la información está disponible para todos en la web.
Kidzania es un centro de juegos de rol para niños, presente en varios países del mundo. En Chile, se encuentra en el parque Araucano, y la entrada cuesta $10.900 (para niños de entre 4 y 17 años). Hay más de cien profesiones y oficios disponibles para los niños, tales como periodista, piloto, panadero, médico, heladero o mecánico.
Al ingresar, los niños cambian en el Banco su dinero por un cierto monto de billetes de Kidzania, llamados KidZos. Para ejercer cada profesión, los niños deben pagar más o menosKidZos, los cuales serán recuperados una vez que se desempeñen laboralmente y reciban su sueldo. Con los KidZos, además, es necesario pagar la bencina y otras necesidades urbanas. Pero si el niño o la niña logran ahorrar un poco, pueden dejar su dinero en el Banco. De este modo, cuando regresen aKidzania, tendrán intereses que les permitirán tener un mayor poder adquisitivo. Es lo que le pasó a mi sobrino. Tiene sus KidZosahorrados y se soba las manos pensando en los próximos intereses. Además, podrá sacar el dinero directamente desde un cajero automático. Recuerdo, por última vez, que mi sobrino tiene cinco años.
Por otra parte, los niños-piloto, por ejemplo, no son pilotos de la Aerolínea Kidzania, sino de LAN. El Banco es el Banco de Chile. La pizzería es Pizza Hut. El estudio de TV es Canal 13, el supermercado es Jumbo, la Clínica es la Clínica Alemana, la escuela de Minería es AngloAmerican, el taller mecánico esGoodyear, la farmacia es SalcoBrand: Kidzania tiene más de cuarenta socios comerciales. La “República de los Niños” –comoKidzania misma se ha autodefinido– tiene CUARENTA SOCIOS COMERCIALES. Insisto en que a este lugar no pueden entrar adultos solos. Es, efectivamente, un lugar para los niños. Pensado para ellos. Diseñado para ellos.
Pero si estamos en la República de los Niños… ¿por quéGoodyear, por ejemplo, invierte dinero para estar ahí? ¿Acaso el niño tomará la decisión de comprar los neumáticos del auto de su padre en esa empresa y no en otra? ¿Acaso el niño elegirá, en el mundo real, el banco donde su madre pedirá un crédito? No. Hoy no. Pero mañana sí. Y el recuerdo de ese día feliz volando en LAN pesará. Sin ninguna duda, pesará. Y las empresas lo saben.
Durante 2012, realicé un ciclo de charlas para alumnos de Educación Media en diversos colegios. La charla se titulaba El poder de la ficción: escribamos el mundo que queremos leer, y versaba sobre la importancia de la imaginación y la ficción en nuestros días, y también sobre mi trabajo en este ámbito como escritor y cuentacuentos de la Compañía La Matrioska. La charla comenzaba, justamente, con una discusión sobre Kidzania. Después de informar, objetivamente, sobre este lugar, se abría el debate…
Pero el debate no existía porque sólo había una postura: en contra de Kidzania (y eso que muchos de los colegios a los que llevé la charla eran privados y con alumnos del barrio alto). No existía debate porque todos levantaban la mano para decir cosas como “es que nos quieren hacer creer en su sistema”, “no nos permiten imaginar”, “quieren replicar la injusticia y la segregación social”.
En Kidzania, si alguien quiere ser médico, por ejemplo, debe ir a la universidad. Y por supuesto, la universidad debe pagarse. Un alumno una vez preguntó: “¿cómo entonces vamos a convencernos de que la educación debería ser gratuita, si desde niños nos hacen creer lo contrario?”. Impecable razonamiento, y lamentablemente, irrefutable. No tengo la más absoluta idea de quién o quiénes están detrás de Kidzania, pero no hace falta googlearlo para saber que son los malos. Son los malos, que con mucha inversión y colores han logrado llevar a todos los niños a su escuela de adoctrinamiento. No puedo dejar de recordar la feria de juegos a la que se escapó Pinocho, que también ocultaba la maldad de sus dueños. Pero Pinocho no se dio cuenta, porque todo era lindo y colorido. Y nuestros niños chilenos tampoco se dan cuenta. No les podemos pedir eso a ellos, pero sí a sus padres y profesores.
En la charla mencionada, yo preguntaba a los alumnos si a alguien le gustaba el mundo tal y como estaba. Más de mil jóvenes han escuchado la charla y nunca nadie me ha podido responder que sí. ¿Por qué, entonces, insistimos en replicar lo que no nos gusta? En lo personal, entre todas las muchas atrocidades de Kidzania, lo que me resulta más doloroso es que les estamos negando la posibilidad a los niños de pensar en un mundo distinto. Deberían tener el derecho, al menos, a imaginar un mundo peor. Pero no igual. Mi sobrino ya no quiere hacer pan con barro: sólo lo quiere hacer en la panadería Los Castaños de Kidzania, con harina de verdad. El barro se convirtió para siempre en barro y en nada más. La televisión y los dibujos de los libros de cuentos ya están matando la imaginación hace décadas: ¿queremos seguir asesinándola?
Una alumna muy perspicaz me dijo, terminado el “debate” sobre Kidzania, que ya, que todos sabían que el mundo era una mierda, pero quería saber si yo proponía algo o sólo criticaba. La pregunta me vino como anillo al dedo para continuar con la charla, que estaba enfocada justamente a eso: a demostrar cómo los cuentos, las historias, y la ficción en general, permiten pensar en otro mundo y “escribirlo como lo queremos leer”. Los cuentacuentos, por ejemplo, trabajan solamente con la imaginación de los niños y nada más. No hay dibujos, no hay disfraces, no hay títeres: solo la voz y las palabras que penetran en los niños y los obligan a imaginar dentro de sí mismos el cuento narrado. Es algo increíble fijar la atención en las caras de los niños (y también de los adultos) cuando escuchan cuentos: es una absorción total del mundo, casi una catarsis, como si durante esos quince o veinte minutos de narraciones pasaran a otra dimensión. En mi Compañía de Cuentacuentos la hemos llamado, a falta de mejores definiciones, la “cara de cuento”. Es una cara, una expresión facial, que no otorga ni la televisión, ni el juego, ni nada que yo haya visto. Sólo la imaginación.
No ahondaré aquí en detalles sobre la respuesta a la pregunta de la alumna, pero sí me referiré a la anécdota con la que he cerrado esta charla. Cuenta una narradora oral que, en cierta ocasión, antes de empezar una función en una sala de clases de un jardín infantil, decidió jugar con una pelota roja e imaginaria. La pelota invisible iba pasando de niño en niño, rebotaba, chocaba con un vidrio, regresaba a la cuentacuentos. Luego la narradora les dijo a los niños que iba a dejar la pelota imaginaria abajo del pizarrón, para poder empezar a contar los cuentos. Cuando terminó, se despidió de los niños y se dirigió a la puerta para ir a otro curso a repetir la función. Estaba por salir cuando sintió que una manito le tiraba de la falda. Era un niño de cuatro años, que le pasaba algo invisible diciéndole “Tía, se le quedó la pelota roja”.
La pelota existe porque en esa sala todos quisieron que existiera. Esa pelota será, el día de mañana, justicia social, igualdad, en fin, todas las utopías de nuestro siglo. Pero para eso, debemos evitar que la aguja de Kidzania la pinche. Si no lo logramos, la narradora se irá de la sala sin su pelota roja, porque ya no tendremos niños que quieran leer el mundo con los ojos de la imaginación.

domingo, 17 de marzo de 2013

Tres años extraordinarios para Chile - Melnik

Melnick, Sergio 
Viernes 15 de Marzo de 2013
Tres años extraordinarios para Chile
El gobierno de Piñera ha cumplido tres años en el poder y su obra es elocuente. Por cierto, ha habido errores. La Concertación sólo habla de éstos, sin reconocer nada positivo, lo que es irritante y me obliga, una vez más, a concentrarme en algunos de los logros.
Mientras el mundo sufre una enorme crisis económica y crece al 4%, América Latina lo hace cerca del 5%, y Piñera lo ha hecho al 6%. (Bachelet sólo llegó al 3%). Es aun más notable pensar que hubo que enfrentar un horrible terremoto y arreglar el estropicio del presupuesto público que Velasco generó, entregando el poder con un déficit fiscal del 3% del PIB. En el período de Piñera, además, se han generado más de 800.000 empleos, con especial participación de mujeres.
Esto viene de la inversión y el emprendimiento. Hoy se crean, por año, el doble de empresas que en 2009, y es posible hacerlo en un solo día (antes eran 27) gracias a las medidas de competitividad. La portabilidad numérica rebajó los costos de teléfono y el Sernac financiero ofrece más y mejor protección al consumidor.
En educación, se han creado 60 liceos de excelencia y se ha aumentado en forma histórica el porcentaje del PIB destinado a este rubro. También se ha doblado, con respecto a Bachelet, a 1 millón 400 mil el número de niños que reciben subvención preferencial, se modificó el estatuto docente, se creó la beca profesor y se crea una totalmente nueva institucionalidad para la calidad de la educación. Las becas en educación superior pasaron de 100 mil a 320 mil (llegarán a 400 mil), y el crédito fiscal ya no es discriminatorio entre universidades públicas y privadas, además de haberse reducido a un tercio la tasa de interés del CAE.
La extrema pobreza, que había subido al 3,7% durante el período de Bachelet, bajó al 2,8% en 2012. Más allá de la retórica de la Concertación, en el período de Bachelet la diferencia de ingresos entre el 10% más rico y el 10% más pobre aumentó de 31 a 46 veces. En estos tres años ha bajado a 35.
Adicionalmente se creó el Ingreso Etico Familiar para los más desposeídos, condicionado a responsabilidades en educación y salud, lo que lo hace virtuoso. También se devolvió el 7% de salud a los jubilados, se amplió el posnatal a seis meses, se creó libre elección en Fonasa para adultos mayores, se terminaron las colas Auge, se redujeron drásticamente las no Auge en cirugía, y se construirán o renovarán 29 hospitales y 95 consultorios, el doble que en el período anterior. Es claro que la política social de Piñera, sin tanta estridencia ni discursos vacíos, es ampliamente superior a la de la Concertación en resultados.
También se ha multiplicado el número de carabineros, ha aumentado en 50% el plan cuadrante y se implementó el sistema STAD, todo lo cual ya muestra frutos en las estadísticas de delincuencia: aún no las esperadas, pero ampliamente mejores a las del pasado.
Por otro lado, se aprobó proyecto de primarias e inscripción automática con voto voluntario. Se ha doblado el presupuesto para gobiernos regionales, y en inversión se ha triplicado. Se pusieron nuevos estándares ambientales a las termoeléctricas, y se echó a andar la nueva institucionalidad en esta materia.
Si todo lo anterior fuese poco, se construyen y remodelan 13 estadios (en el gobierno anterior fueron sólo 4), las remuneraciones reales crecen al 6%, aumentan las exportaciones, la inflación está controlada, mejora la productividad, se está recuperando el desastre del Transantiago y los ferrocarriles, se hacen esfuerzos para rescatar a la ENAP destrozada financieramente por Velasco, hay un plan de inversiones histórico en Codelco, hay subsidios para la vivienda de la clase media y se doblaron los recursos para erradicar campamentos. Se reestructuraron la ONEMI, el SENAME, CENABAST, PROCHILE y el Ministerio de Defensa. Se terminará íntegramente la reconstrucción en cuatro años, se reanudaron las concesiones, se pasó la Ley Antidiscriminación, se consolidó el bono marzo, se implementó la tolerancia cero al alcohol en los conductores, hubo cambios en el Dicom, se creó el registro nacional de prófugos, se aprobaron dos nuevas líneas del Metro, se termina la larga distancia telefónica, se aprobó la nueva Ley de Pesca, se aumentó el royalty minero y se reforma la Ley del Cobre.
Frente a tan maciza obra, la crítica de la oposición ha sido mezquina y poco republicana. Han sido tres grandes años para nuestro país, gobernado con ideas de libertad, oportunidades y emprendimiento. Novoa se equivocó.

http://blogs.lasegunda.com/redaccion/2013/03/15/tres-anos-extraordinarios-para.asp

jueves, 28 de febrero de 2013

Seguros de responsabilidad ilimitados para proyectos energéticos que dañen el medio ambiente?

Estimados, este es un excelente artículo que toca temas relevantes respecto a la responsabildad de quienes realizan proyectos que puedan generar un impacto para el medio ambiente. En el fondo el pensamiento podría ser: Si su proyecto es tan bueno y seguro ¿Por qué no se compromete con un seguro de responsabilidad ilimitado?

En el fondo, si un empresario quiere poner una planta de energía nuclear diciendo que su proyecto es 100% seguro, que todas las medidas de precaución serán tomadas, y por tanto es la mejor opción. Entonces que se comprometa con un contrato en el que se estipule que en el caso de ocurrir algún problema no previsto, él  tendrá responsabilidad ilimitada en todo lo que implique su recuperación. Esto ya se ha intentado en ciertas negociaciones, pero misteriosamente aquellos que aseguran que su proyecto es 100% seguro e infalible, no han estado dispuestos a apoyar estas cláusulas. En el fondo es una buena forma de ver que tan seguro es un proyecto.

Energy System Transformation